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La carrera espacial 2ª parte:  El Sputnik una patada para los americanos

Tal como se comenta en el capítulo anterior tenemos a dos equipos trabajando para un  mismo proyecto. Uno está liderado por Von Braun estrechamente vigilado por el ejército americano y recluido en unas instalaciones en White Sands en pleno desierto de Nuevo Méjico y el otro equipo liderado por Korolev y el diseñador de motores Glushko, éstos vigilados por la K.G.B. en  Kapustin Yar a 1000 Km de Moscou en medio de la estepa rusa.

 

Los dos grupos, cerca del 1946 ya han construido con éxito sus réplicas de V2.

 

Se debe entender el contexto en el que se produce esta carrera. Por esas fechas los americanos son los únicos que poseen la bomba atómica así como son poseedores de las fortalezas volantes necesarias para lanzarlas en cualquier parte del territorio ruso. Éste a su vez está envuelto por un numeroso grupo de países con potenciales bases americanas. Ante tal situación, la motivación por parte del ejército ruso de poseer un misil intercontinental era claramente mayor que para el ejército americano convencido de su superioridad militar. Pronto esa motivación extra daría sus frutos.

 

Durante el 1949 hacen estallar su primera bomba atómica, al mismo tiempo que lanzan con éxito el primer misil de mediano alcance.

Tanto es así, que en 1953 devuelven a Alemania aquellos técnicos puesto que ya no les eran necesarios. Ese mismo año muera Stalin iniciándose un cierto periodo de abertura hecho que para los científicos del proyecto militar ruso aprovechan para empezar a soñar con el envío de otro tipo de objetos encima de los misiles que diseñaban.

 

El objetivo es la construcción de los misiles balísticos intercontinentales Este tipo de misiles tienen una primera fase de vuelo propulsado mediante combustible líquido para posteriormente completar la trayectoria en caída libre.

Los americanos construyen con éxito el cohete ATLAS (que posteriormente se usará en el proyecto Mercurio) y tras unos primeros fracasos el 21 de agosto del 1957 los soviéticos lanzan con éxito el R-7.

 

En 1954 la ONU declara el período Julio 1956-diciembre 1957 como año Geofísico Internacional y se lanza el reto de lanzar el primer satélite artificial durante ese período.

Dado el carácter científico-civil del reto, los EUA desarrollan un programa exclusivo para esta misión de forma paralela al militar. Se crea el proyecto VANGUARD. Los soviéticos por su parte mantienen su por entonces actual estructura científico-militar.

 

Conseguido con éxito el lanzamiento del misil intercontinental ruso el año 1957, Korolev tiene luz verde para el lanzamiento del satélite. De esta forma el 4 de octubre del 1957 se pone en órbita el Sputnik con un lanzador del tipo A (conocido también como SS-6 ó SL-1) derivado de un R-7. Se trata de una pequeña bola de aluminio de unos 58cm de diámetro y poco más de 84 Kg con cuatro antenas. En su interior hay un transmisor re radio que emite al mundo entro un ya famoso “Bip-Bip”.

 

 

El efecto que para los americanos tuvo es indescriptible. Ellos que se creían la mayor y mejor sociedad científico-militar (se habían adelantado a los soviéticos en 4 años en la consecución de la bomba atómica pero sólo 8 meses en la de hidrógeno), acababan de ser adelantados en la reciente carrera espacial. El hecho se agravaba con al saberse que el Sputnick pesaba 84Kg mientras que el Vanguard que se pretendía colocar en órbita apenas llegaba a los 1500 gramos. ¿Cómo era posible que les pasara esto?

 

El shock fue tan brutal que el presidente Eisenhower declaró públicamente que durante el mes de diciembre del 1957 los EUA, lanzarían con éxito su propio satélite, pera demostrar al mundo y a la sociedad americana que si bien habían sido adelantados por los soviéticos, éstos lo habían hecho por muy poco.

En vistas de la repercusión que el vuelo del Sputnik genera en occidente, Kruschev  encarga a Korolev algo más espectacular para la celebración del aniversario de la revolución rusa. Así, el 3 de noviembre se lanza el Sputnik 2 de 508Kg de peso llevando en su interior un ser vivo, la perra Laika.

 

 

En medio del estupor general, los EUA intentan adelantar el proyecto Vanguard y el 6 de diciembre ponen su satélite Vanguard TV3 encima de un lanzador especialmente diseñado para él. Tenía que ser la justa respuesta a la supremacía soviética y convertirse en un espectáculo político-mediático con periodistas y televisiones retransmitiendo el gran éxito de la tecnología americana.

Pero después de elevarse un metro, el cohete cayó sobre si mismo explotando y envuelto en una inmensa bola de fuego. La moral de los americanos estaba por los suelos. Rusia conseguía poner en órbita un satélite de media tonelada con un ser vivo dentro mientras que ellos no había sido capaces de levantar un kilo y medio más allá de un miserable metro.

 

Motivado por estas claras muestras de retroceso los EUA se ven obligados a replantearse su filosofía de mantener los proyectos civil y miliar separados, unificándolo. El proyecto ya unificado, se pone en manos de Von Brawn. Éste ya tiene su proyecto EXPLORER 1 muy avanzado por lo que el 31 de enero del 1958 se lanza a bordo de un cohete JUNO-1. Posteriormente le seguiría, en marzo, el Vanguard 1 nuevamente sobre un JUNO-1.

 

 

Con la lección aprendida, los EUA ven que la conquista del espacio era lo suficientemente importante como para tomarla de forma seria con lo que se destinan recursos a esta actividad y creando una organización gubernamental especializada en estos menesteres. El 29 de julio de 1958 nace la NASA (National Aeronautics and Space Administration).

   NOTA: Esta capítilo así como el resto de esta serie, no hubiera sido posible sin la ayuda de los libros: "Historia y Tecnología de la Exploración Espacial" ed. Cockpitstudio y "Houston, Tenemos un Problema" ed. elrompecabezas de Javier Casado y "Hombres en el Espacio. Pasado, presete y futuro" ed. Mc Graw Hill de Luís Ruíz de Gopegui.

                                         

 

 © Copyright Daniel Bosch Portell - 2007